¿Es o no un coqueto?

Elísabet Benavent

Elísabet Benavent

¿Es o no un coqueto?

cabecera-coqueto

Sí, lo sé. La renovación de esta web ha sido como la obra del Escorial. Es posible que muchas terminarais perdiendo la fe en que aquí la menda se aclarara con las nuevas tecnologías y os diré que a punto he estado de tirar la toalla, renunciar a todos los inventos modernos y terminar como los Amish. Cuando ya me veía haciendo café con achicoria y un calcetín llegó un ángel bajado de los cielos (llámese Jose, diseñador gráfico y web master) para guiarme por esas tierras inciertas de la informática. Y aquí estamos, de estreno. ¡¡Ni me lo creo!!

Para celebrar el nacimiento de esta nueva web cuyo contenido, como veis, irá desde las coquetadas habituales a los viajes, pasando por planes o una modesta sección de beauty, estas próximas dos semanas habrá post con mucha más frecuencia. ¡Estad atentas!

Después de este “hola, ¿qué tal? He vuelto”, vamos a entrar en materia. Ay! ¡Lo que he echado de menos yo divagar sobre cosas absurdas! Y el tema absurdo de hoy es… los coquetos. Sí, los coquetos. Y cuando digo coquetos me refiero a los hombres ideales para una coqueta como nosotras.

El otro día estuve de cañas con dos amigas y me comentaban lo complicado que resulta diferenciar un buen tío de un gilipuertas. Al parecer hay mucho de lo segundo por ahí. Hay, incluso, quien se cree que está con uno de los primeros y, años después, descubre con horror que era un “comemielda” disfrazado de coqueto. Y eso no puede ser. Los coquetos, hombres de bien dispuestos a ser felices, potenciar todo lo bueno que hay en nosotras y no hacernos daño, están ahí fuera y deberían llevar un distintivo que ayudara a identificarlo. Como no creo que nos dejen ponerles uniforme, aquí van unos tips para poder localizarlos.

Te hace reír:

Y dirás, venga, ahí un buen topicazo para empezar. Pues sí porque, topicazo o no, es taaaan importante. Porque sus ojos pueden volverte loca, o que te estreche entre sus fuertes brazos puede provocar pirolisis en tu ropa interior, pero… chata, todo llega y todo pasa. Y una se acostumbra a todo. Cuando el enamoramiento como tal se esfume para dar paso al amor maduro, cuando pasen las años y sus ojos se vean envueltos en arrugas, pierda el pelo o se ponga fofo… seguirá haciéndote reír que, nena, es lo más importante.

Le preocupa tanto tu placer como el suyo

No tiene por qué ser infalible. Nosotras tampoco lo somos. Pero con interés. Entendedme. Si derrapa y se cae en mitad de la carrera, no pasa nada. Pero que no se quede tirado en el suelo lamentándose. Que se levante y busque la manera de llegar a meta… contigo. Madre de dios… la de símiles que me inventaré por no decir que no pasa nada si es eyaculador precoz, que esas cosas se entrenan.

Veamos dónde está su placer, señorita
Veamos dónde está su placer, señorita

Sus cosas molan, pero las tuyas también

Si entiende que leas hasta las tantas y la mañana siguiente te quejes del sueño. Si se parte cuando le cuentas que tu amiga volvió a dejarse la falda por dentro de las bragas al salir del baño. Si te pregunta qué haces e intenta participar. Si te explica por enésima vez qué es un fuera de juego con buen talante y una sonrisa que denota que no le importará volver a repetírtelo la próxima vez. Si te presenta a sus amigos. Si te cuenta eso que hace que dé más vueltas de las normales en la cama. Si… si hace esas cosas: es un coqueto y mola.

A veces dice cosas que no te apetece escuchar

Qué contradicción, ¿verdad? Pero es verdad. Que te dé la razón siempre es cansino. Que te la quite por norma, un coñazo. Si de vez en cuando te dice cosas como: sé más ordenada, llama a tu amiga para pedirle perdón porque no tienes razón, tienes un moco… es que tiene criterio. Sin embargo, si las cosas que no te apetece escuchar y que él dice son: tu madre es un grano en el culo, deja de comer, a tu amiga le daba, no me cojas de la mano delante de mis amigos o si tienes la regla y no te apetece follar, chúpamela al menos… QUE LE PETEN EL HOJALDRE.

Llora

Pero con control, que tampoco estamos nosotras como para tener una plañidera al lado. Lo importante es que tenga sentimientos y los demuestre. Las emociones no sirven de nada si son como el monstruo del lago Ness… algunos lo han visto, pero no hay pruebas fidedignas de su existencia. Que suelte alguna lagrimita con una canción o con una película, en un momento dado nos puede parecer muy poco empotrador, pero significa:

  1. Es humano (lo que siempre es bueno, no vaya a ser que hayamos pillado a un marciano humanoide y luego nos salgan los niños raritos)
  2. Siente empatía (genial para poder tachar con un NO rotundo la casilla de “psicópata” o “sociópata”.
  3. Pene (¿creías que se me iba a olvidar?)
  4. Es capaz de emocionarse (y puede emocionarte también a ti)

Y por cierto… ¿hay algo más absolutamente tierno (y follable) que un tío llorando emocionado en la boda de uno de sus amigos? Matadme, estoy teniendo sueños tórridos.

"Buff... m'emocionao, churri"
«Buff… m’emocionao»

 

Nunca le has escuchado faltarle el respeto a ninguna mujer, ni siquiera a sus ex:

Que un tío diga que sus ex parejas son unas locas… no mola, aunque en ocasiones tenga razón. Discreción y punto. Si a su madre la trata a patadas, si dice “mujer tenías que ser” cuando adelanta a un coche; si comenta que una amiga es una “zorra” por enseñar pierna en una fiesta o expresa su inconformidad por cómo vas vestida tú… puerta, niña, que ese es de los príncipes que luego destiñen y tú demasiado para una rana.

Piensa

Obviedad, creerás. No lo es tanto. A veces los tíos, con tal de no pensar, son capaces de cualquier cosa, incluso de gastarse mucho dinero. Con esto quiero decir que vale la pena que se rebane los sesos para conseguir algo que te emocione, como mover cielo y tierra para conseguir la firma de alguien a quien admiras, entradas para un concierto o un puñetero picnic antes de que suele la guita y queme tarjeta con un algo carísimo que… ni fu ni fa. (Nota: a veces los bolsos, zapatos y ropa interior cara también nos hacen mucha ilusión, coquetos, no seáis tampoco ratas)

Le gustan los animales

Los psicópatas no suelen tener mascota. Es un dato importante. Y pensarás, “¿qué le habrá dado a esta con las sociopatías y psicopatías?” Pues chica, que el otro día me enteré de que el 1% de la población sufre alguna de estas. No tienen por qué ser asesinos en potencia, que conste. ¿Sabes ese/a jefe/a tuyo/a que disfrutaba haciéndote sudar tinta y dándote voces delante de otra gente? Bingo.

El caso es que el hecho de que a un hombre le gusten los animales, dice mucho de él. Es responsable, cariñoso, capaz de responsabilizarse de otra vida y compartir la suya. Si no le gustan especialmente pero trata con respeto a los de los demás, también vale. Puede que tenga un alergia brutal al pelo de los gatos, pero nuestro coqueto nunca dirá con desdén “quita bicho” mientras da una patada. Cero tolerancia con el maltrato animal.

Estoy confusa... no sé si es esto a lo que me refería...
Estoy confusa… no sé si es esto a lo que me refería…

Le gustan los niños

Y a nosotras nos gusta que les gusten, no mintamos. Ese tío arremangado, que coge en brazos a su sobrino, lo llena de besos y le pregunta si quiere jugar… tómame. Soy tuya. Si le gustan los niños: es coqueto. Así de simple.

¿Por qué? Bueno, me lo parece, estoy loca, necesito medicación… hay muchos motivos posibles. Recuerda: hay muchas preguntas en esta vida para las que la respuesta correcta es PENE.

"Así de grande"
«Uno así de grande»

Share this post