New York, New York…

Elísabet Benavent

Elísabet Benavent

New York, New York…

Cabecera-NY

Una de las cosas que más ilusión me hacía de estrenar esta nueva web era tener la oportunidad de contaros otro tipo de cosas. Y si hay algo que me gusta en el mundo (además de las cosas que brillan) es viajar. Cuando me casé (que me casé muy joven) mi marido y yo nos prometimos que ahorraríamos todos los años para poder ver mundo en nuestras vacaciones y hasta ahora lo hemos cumplido a rajatabla todos los años. A veces fastidia un poco lo de ahorrar, pero siempre me ha compensado.

Así que estreno este apartado con el primer lugar que visité fuera de España. Fue la primera parada de mi luna de miel y se ha quedado marcado en mí para siempre. Nueva York, Manhattan, la Gran Manzana. La primera vez que fui fue en 2009 e hice un viaje al uso, en plan turista total. Estatua de la libertad, paseo en helicóptero, museos, Central Park… y muy bien. La ciudad me encantó, me enamoré del ambiente, de sus rincones, de las diferencias culturales entre Estados Unidos y nuestro país. Iba encantada de la vida, como pasa siempre en el viaje de novios. Estás loca de amor y de ilusión, así, como sacando arcoíris por los ojos y vomitando unicornios, por lo que temí que mi opinión acerca de NY estuviera contagiada por ese optimismo de recién casada. Este pasado 2014, Mr. Coqueto y yo decidimos hacer un remake y volver a pasar unos días allí y ya puedo decir con convencimiento que ME ENCANTA NY. Esta vez, eso sí, quisimos dejar el turisteo típico a un lado e ir a “vivir la ciudad”, lo que hizo del viaje algo mucho más especial. Creo que dividir este post en jornadas de viaje es un poco coñazo para ti que me estás leyendo, así que voy a seleccionar lo que más me gustó en apartados esperando que, si viajas a la Gran Manzana, esta pequeña guía te ayude a hacer de la experiencia algo muy coqueto. Nosotros programamos con antelación las zonas que visitaríamos cada día y dónde comeríamos, cenaríamos y veríamos atardecer, porque así de moñas somos. Eso nos ayudó a dejar menos cosas en el tintero pero ve preparada para caminar hasta que no puedas más. Aún me duelen los pies de acordarme.

Taxis frente Union Square
Taxis frente Union Square

Cosas que ver que no te puedes perder

–       Chelsea Market: Es un antiguo matadero en el barrio de Chelsea (mi preferido) reconvertido en un mercado moderno y muy cosmopolita. Un poco hipster, para que te hagas a la idea. Está lleno de locales donde venden galletas, pequeños puestos de comida, supermercados hipster y tocan música en directo en los rincones. Al entrar, siguiendo un poco recto y a mano derecha, hay una sala donde se juntan artistas jóvenes a vender sus cosas. Cuadros, camisetas, diademas, gafas, vestidos… mola mucho. Nosotros compramos un cuadro, unas láminas y unas camisetas para Mr. Coqueto. Lo mejor, poder hablar un poco con los artistas, majísimos y con muchas ganas de vender. http://www.chelseamarket.com/

–       Highline: Este es otro rincón poco conocido de NY. Es una línea de metro elevada abandonada desde los años 80 y que ahora han convertido en un parque precioso. Puedes ver la calle desde arriba, está lleno de zonas para tumbarse un rato en el césped, siempre hay alguien tocando el saxo o la guitarra, hay una terraza con vistas al río y además tiene una zona de banquitos desde la que se ve la estatua de la libertad a lo lejos. Es guay y hasta romántico. Nosotros nos echamos unas buenas risas porque también es el lugar donde van los coreanos y los chinos a hacerse las fotos de boda… Sí, somos un poco malos, pero es que flipamos con los vestidos y los trajes. http://www.thehighline.org/

Vista de la calle desde el HIghline
Vista de la calle desde el Highline

–       Connie Island: Está como a una hora de Manhattan en metro, al sur de Brooklyn. A mí me gustó mucho ir. Hay un parque de atracciones bastante casposo, muy de los años 70. La montaña rusa es famosilla, pero yo creo que porque bajas dando gracias a Dios por no haber muerto. Segura, segura… como que no. Pero qué divertido fue. Está junto a un paseo marítimo muy “american way”. Hay banquitos para sentarse a ver el mar y todo el mundo pasea con tranquilidad comiéndose un helado o tomándose un granizado. Casi todo el mundo que ves por allí es americano y todo es… pintoresco. Digno de ver. http://www.guiadenuevayork.com/coney-island

–       Williamsburg: Es el barrio de moda y está en Brooklyn. Todos los hipsters han pasado de vivir en Chelsea a mudarse a Williamsburg. Está lleno de tiendas de ropa de diseñadores jóvenes (con precios bastante prohibitivos, todo hay que decirlo), cafeterías, galerías de arte… Es bonito, pero es cierto que esperaba más. Sin embargo, es muy chulo ver el ambientillo. Nosotros desayunamos en una cafetería muy chula que daba esquina, junto a unos grandes ventanales y fue un rato como muy… romántico. Yo tomé huevos a la benedictina y mi chico un sándwich de berenjena asada. Cuando salimos nos perdimos en un supermercado a comprar las típicas guarradas que no venden en España. Patatas fritas con sabores raros, galletitas y algún refresco. Somos un poco frikis, pero es una de las cosas que más nos gusta de ir a otro país. http://es.wikipedia.org/wiki/Williamsburg_(Brooklyn)

¡Una de hipster para desayunar, por favor!
¡Una de hipster para desayunar, por favor!

–       Pier de Christopher Street: Al final de esta calle hay un muelle que da al Hudson. Ver atardecer allí es IMPRESIONANTE. Increíble, de verdad y muy romántico. La gente corre por allí, hay parejas pelando la pava y la puesta de sol te deja sin palabras. Totalmente recomendable para descansar unos minutos en silencio después de un día de caminar mucho. http://en.wikipedia.org/wiki/Christopher_Street_Pier

La puesta de sol desde el Pier de Christopher Street (¡¡y sin filtros!!)
La puesta de sol desde el Pier de Christopher Street (¡¡y sin filtros!!)

–       Brooklyn Bridge Park: otro sitio romántico para ver atardecer. Está a los pies del puente, en la parte de Brooklyn. Nosotros paramos allí después de cenar en Grimaldi’s. Algunas noches de verano montan un cine al aire libre allí. Cuando nosotros fuimos estaban a punto de poner la peli y sonaba música. Muy guay. http://www.brooklynbridgepark.org/

–       Bryant park: ¿por dónde empiezo? AMORRRRR!!!!! Me encantó. Es un parque precioso entre la quinta y la sexta avenida (que tb la llaman la avenida de las Américas) donde hay hasta wifi. Un vergel en mitad de todo el asfalto de la Gran Manzana que no te esperas. Nosotros nos pasamos dos horas tirados en el césped escuchando música en directo y tomándonos un refresco. http://www.bryantpark.org/

Entre la quinta y la sexta avenida... ¡sorpresa!
Entre la quinta y la sexta avenida… ¡sorpresa!

Restaurantes

–       Tao: es un restaurante oriental que parecía estar muy de moda allí. Hay que reservar y te recomiendo que vayáis a cenar (y sed puntuales). Es oscuro y bastante ruidoso, pero mola mucho. Eso sí, lleno hasta los topes de gente “guachi” que se pasea con modelitos imposibles y minúsculos. No había visto tanta tía buena junta en la vida. La camarera era colombiana, pero lo descubrimos después de unos minutos hablando en inglés (mi inglés, debo confesar, deja bastante que desear); fue encantadora. La comida está muy buena, pero es un poco caro; un capricho, vamos. Nosotros no nos arrepentimos de ir porque fue una experiencia y Mr. Coqueto tenía ganas de cenar en algún sitio así. Las bebidas me parecieron muy caras. Yo me tomé un combinado (que estaba más fuerte que el vinagre) y me costó la friolera de 16 dólares. Eso sí, fui pedo el resto de la noche. Pedimos: tres entrantes (dim sum vegetal, brochetas de setas y de espárragos y tempura de aguacate), un principal para compartir (unos fideos udon con verduras) y el postre (tienes que pedir la galleta gigante de la suerte!!!) Sumándole mi combinado, la cerveza que tomó mi marido y una botella de agua… la broma nos costó como 130 dólares o así. Nos entró hasta la risa. Aunque igual el combinado y la conversación de la mesa de al lado (dos pilinguis de lujo y un tío feo) ayudó al ataquito de risa. A la salida estaba lleno de paparazzis con cámaras y taxis. Pd: coge cajitas de cerillas antes de irte!!!! http://taorestaurant.com/

–       A.O.C: comida “francesa”. Dicen que es uno de los mejores sitios para comer buena carne en la zona del West Village. Nos lo recomendó mi buena amiga Tone, que vivió en Manhattan. Nosotros no comimos carne porque Óscar es vegetariano (yo en aquel momento aún no lo era pero me solidaricé con la causa) y pedimos cositas para compartir. Comimos una tabla de queso con fruta y frutos secos, una ensalada templada y una cazuelita de col gratinada y nos bebimos una botella de vino blanco. Todo nos costó alrededor de los 70 dólares. Es muy guay porque (además de que los quesos estaban para morirse) tiene una terracita dentro. Le llaman “garden” pero no es que sea un jardín propiamente dicho. Para ir a cenar es muy romántico. A la salida, nos sentamos en un banquito que tiene en la puerta a fumarnos un pitillo a medias y nos hicimos amigos de un chico que se había pasado un poco con las copitas y que nos contó su historia de amor. Cogimos el taxi de vuelta muertos de risa. http://aocnyc.com/

Jardín interior de A.O.C
Jardín interior de A.O.C

–       Elephant & Castle: Fuimos a tomar el almuerzo allí el primer día. Es una cafetería muy mona, como con encanto. Había un abuelito comiendo tostadas francesas y leyendo el periódico a la entrada y una pareja de cuarentones fashionistas hablando de arte y de Warhol al lado. Muy total todo. El café fue de los mejores que he bebido allí, pero es que yo soy de café americano, me gusta aguado. Tienen unas tortillas buenísimas y una sopa de tomate con comino (fría) también muy rica. Yo pedí la tortilla de salmón y queso crema con eneldo. Salivo de pensarlo. El pan también estaba rico. La comida (los cafés, dos refrescos, la sopa y dos tortillas) nos costó alrededor de los 30 dólares. http://www.elephantandcastle.com/

¡¡Tortillitas!!!
¡¡Tortillitas!!!

–       Tik tok diner: vale, olvídate el glamour y todas esas cosas. Este sitio es una hamburguesería de las grasientas de toda la vida, pero auténtica (y tienen opción vegetariana!) enfrente del Madison Square Garden. No hay turistas dentro. Todo son citas y familias americanas, de las que piden las sobras para llevar. Mola porque no es una franquicia y siempre nos han tratado fenomenal (sí, hemos ido como tres o cuatro veces, jajaja) Cosas que te recomiendo: los aros de cebolla, los nachos, las “sweet fries” que están hechas de batata y el batido de OREO. ¡¡Muerte y destrucción, qué bueno estaba!! Hay una hamburguesa que lleva champiñones y está riquísima. Coñi, qué hambre me está entrando de pensarlo. http://ticktockdinerny.com/Tick_Tock_Diner_N.Y..html

–       Grimaldi’s: este sitio es de turisteo total, pero dicen que no puedes ir a NY y no comerte una pizza en Grimaldi’s. Se hizo famoso porque Frank Sinatra iba a comer allí. La pizza está rica (nosotros pedimos una de tomate seco, queso y no sé qué más) pero tampoco es la mejor que me he comido en la vida. Hay que ir pronto (hora de merendar en España) porque se montan unas colas que dan la vuelta a la calle. Es guay y bastante bien de precio. Nos costaría (dos sprites cero y la pizza) rondando los 25 dólares. Dicen que los cannolis están para morirse, pero yo no podía más y no los pedimos. Lo chulo es que después puedes ir paseando de vuelta a Manhattan cruzando el puente de Brooklyn mientras anochece. Es muy romántico (eso o yo estaba poseída por el espíritu de la moñez, que también puede ser). Pero cuidado con las bicicletas. Estuve a punto de morir arrollada un par de veces. http://www.grimaldis-pizza.com/home

–       La mejor tarta de queso de NY: Eileen’s Special. Pequeñitas pero matonas. Te recomiendo la clásica, la que no lleva nada encima. La pedimos para llevar porque el local es minúsculo, junto con dos cafés americanos y nos sentamos en el parque que hay enfrente a comérnosla. Es bastante diminuta pero entre dos no nos la terminamos. Es… contundente. http://www.eileenscheesecake.com/?AspxAutoDetectCookieSupport=1

Tomar algo

–       Terraza del hotel Hudson. Nosotros nos hospedamos allí. Es un hotel moderno, con habitaciones muy pequeñitas pero muy cómodas. Me encantó, aunque para sentarse en el wáter y que cupieran las piernas… un show. Arriba tienen una terraza súper chula (a la que nosotros no pudimos ir porque lo dejamos para el último día y descubrimos demasiado tarde que cierra pronto) que es genial para ver el skyline y tomarse un gin. Recomendadísimo. Camas balinesas, sofás… muy guay. https://www.morganshotelgroup.com/hudson/hudson-new-york

–       55 bar: Lo admito: estaba obsesionada con la idea de escuchar jazz en directo en varios sitios. Mi amiga Tone me recomendó este, pero abre un poco más tarde y fuimos a abrir boca a otro que hay en la calle perpendicular, haciendo esquina, que se llama The Garage. Tocaban unos chicos y tal… pero además de que no era nada espectacular nos cobraron nueve dólares por una copa de vino. No, gracias. A las siete y media nos fuimos al 55 Bar. Es complicado de encontrar porque hay que bajar unas escaleras para entrar, pero es genial. Es oscuro, está iluminado por bombillitas blancas y las cervezas tienen un precio normal. Nosotros pillamos a un grupo que sonaba genial y que llevaba una chica que cantaba bossanova. Fue increíble. http://www.55bar.com/ (La web es muy cutre, pero para ver la dirección y los horarios va bien)

Consejillos

–       Siempre vale la pena cogerse el bono de metro de una semana. Si compras “bonos 10” al final sale más caro. Palabrita. Lo digo porque nosotros no hicimos caso a esta recomendación y al final, haciendo números, nos arrepentimos.

–       Vale la pena subir al Rockefeller Center antes que al Empire State. Yo subí al Empire en 2009 y… bueno, pues eso. Lo típico. Este año no subí al Rockefeller porque me pareció carísimo, pero me arrepentí después. Dicen que el atardecer desde allí es… amor con hache.

–       Museos: el Guggenheim te gustará si te pirra la arquitectura, pero es más interesante como contenido en sí mismo que por lo que tiene dentro. Lo único que me gustó fue un Kandinsky de los inicios de la abstracción. El MOMA a mí me encantó. Tiene de todo: Pollock, Manet, Monet, Warhol, Picasso, Van Gogh… Este año pasado no fuimos, pero aún recuerdo bien las sensaciones de 2009. Soy una moñas y lloré delante de un Manet. Ah! Y tiene la tienda de Manolo Blahnik delante… ahí lo dejo.

Cosas freaks

  • Nosotros fuimos un día a Chinatown y cogimos comida para llevar. Comimos en un parque donde iban los viejos chinos a jugar al Mahong. ¡Me encantó! Eso sí, acabamos llenos de lamparones, porque no es muy cómodo.
  • Nos quedamos con las ganas de cenar en el River Café, bajo el puente de Brooklyn. Pero es que los precios y el dress-code nos echaron para atrás.
  • Tiendas guachis que a ellos les horrorizan pero que a nosotras nos encantan:
    • Victoria’s Secret (los mejores culotes del mundo)
    • Michael Kors (al cambio sale muy bien y creo que también tienen un outlet)
    • Tiffany’s… aunque solo sea entrar. Vale la pena. Y qué coño… pruébate algo.

Y recuerda… Manolo Blahnik está justo enfrente del MoMa!

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